Leopoldo Bernabeu ha querido convertir el salón de plenos en un circo. Acostumbrado a montarlo antes en su televisión y últimamente en su radio, ha utilizado a una pobre gente; de la que he sentido profundamente, para hacer un escrache a los concejales Paquita Ripoll y Arturo Cabrillo, dos concejales elegidos democráticamente por los mismos votantes que le eligieron a él, y que el único delito que han cometido es presentar una cinta, donde presuntamente se daba instrucciones a sus subordinados, para que “presionaran” a empresarios a poner publicidad en su medio, a cambio de información privilegiada, y eso no lo decimos nosotros, lo dice él en la cinta que hasta las cadenas nacionales se hicieron eco.
Además, cuenta con una serie de periódicos digitales que le publican todo lo que les manda, cuando algunos de ellos, hasta antes de ser concejal le daban por arriba y por abajo.
Algunos simpatizantes se han presentado hoy en el salón de plenos, para desplegar una pancarta ofensiva contra los concejales del Grupo Municipal Ciudadanos por Benidorm. Era el propio Leopoldo el que ordenaba cuando había que desplegarla, cuando se tenían que levantar o sentar, en definitiva, unos pobres corderitos engañados como anteriormente otros muchos que se dieron cuenta en su momento y no permitieron lo que presuntamente quería hacer desde su puesto de concejal.
Por supuesto que estamos de acuerdo en las manifestaciones de los ciudadanos en la casa de todos, pero cuando la autoridad competente como la policía local, ordena retirar cualquier símbolo, no se puede uno resistir a la autoridad. Es por eso, que se ha multado a dichos simpatizantes de Leopoldo, no por desplegar la pancarta, sino por resistirse a quitarla cuando ha llegado la policía.
Yo no se lo que dirá la justicia en todo este caso entre Leopoldo y sus ex compañeros, pero lo que no se puede consentir es tener a una persona en el hemiciclo que lo único que busca es el espectáculo continuo, y que lo único que contribuye a la gobernabilidad de esta ciudad es con sus abstenciones continuas y con sus espectáculos deplorables.